una línea perdida en el cv

El otro día en ese ejercicio matinal que es mirar los diarios en la Web me colgué con un artículo sobre los comienzos de la Internet en la Argentina. Mejor dicho, los inicios de las comunicaciones entre computadoras en la Argentina. El artículo habla muy brevemente de la primer conexión desde Bs. As. al mundo via email. Yo no conozco los detalles de la historia, y seguramente lo que sigue está plagado de inexactitudes técnicas que los expertos sabrán reparar. Pero hacia fines del 90 estuve trabajando unos pocos meses en el Departamento de Computación en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, en el Pabellón 1 de Ciudad Universitaria en Buenos Aires. Si no recuerdo mal, al fondo de un pasillo largo y oscuro, casi potteriano, había un par de puertas enfrentadas: a la izquierda funcionaba la RAN, Red Académica Nacional. Entré a trabajar allí a instancias de mi amigo Ricardo Bravo, que ya tenía una ayudantía allí. Comandaban la RAN Julián Dunayevich y Nicolás ‘el Germánico’ Baumgarten. La RAN era una compu XT. Más tarde llegaría una Sun Sparc-algo, fue la primer máquina que vi con un monitor así de grande, ventanitas, en fin, era algo de otro mundo. Ahí hice mis primeros pasos en Unix y shell. De hecho, hasta tomamos un curso de shell en Sisteco, que era la companía en Argentina que traía los equipos Sun. Todo eso estaba conectado al resto del universo por cables telefónicos. Tengo la imagen de Ricardo contándome en un pizarrón cómo funcionaba el protocolo UUCP y cómo se interconectaba la RAN. El vago recuerdo que tengo del dibujo que hizo en el pizarrón no tenía mucho más de tres o cuatro globitos, cada uno de esos era una máquina en el país (un poco más de historia acá). Entre las pocas cosas que hice allí (que no tuvieran que ver con aprender), recuerdo que me encargaron pasar una bornera de pares telefónicos de una oficina a otra. Días y días estuve haciendo eso, e incluso recuerdo en algún momento haber hecho mal una conexión y dejar medio Departamento sin teléfono. Ya había decidido que la física experimental no era lo mío, y mi paso por la RAN terminó de reafirmar que el hardware tampoco era para mí. En Enero de 1991 me vine al Sur con una amiga, el viaje se demoró, y tardé más de 15 días en reincorporarme a la RAN. Grande fue el susto cuando Nico me encontró logueado en la XT, y usando el write de la terminal se me apareció virtualmente cual fantasma en la consola. Y si, después de una breve charla, mi fugaz paso por la RAN concluyó.

Como todo en Argentina, el trabajo que hacían Julián y Nico (y Ricardo, y un montón de gente más que ni conozco) era a puro pulmón, tratando de convencer a quien correspondía que valía la pena el esfuerzo económico de interconectar el sistema científico nacional y la universidades. No tan asombrosamente, las dificultades se repiten: narran por ahí que una de las máquinas que venía donada para la RAN desde el exterior estuvo retenida en la aduana durante meses.

Es dificil leer esto en la Web ahora e imaginarse cómo era la red hace 25 años. Por ahi estás leyendo esto en un celular, y sino, muy seguramente en una pantalla plana. Y estas palabras que lees están guardadas como unos y ceros en algún lugar del mundo que ni siquiera se sabe cuál es. Para mi esos meses fueron como si yo hubiera pasado casualmente por el garage de Hewlett y Packard, allá en Palo Alto de los años 40, y ellos me hubieran invitado a pasar y jugar un rato con sus mejores juguetes.

Aprendí mucho, no creo que les haya dejado mucho. Pero nunca es tarde para darles gracias a esos pioneros; al fin y al cabo, trabajo de computólogo disfrazado de físico. Un tipo que hizo su carrera a partir del hobby de la computación. Y mi paso por la RAN fue uno de los varios hitos que me convirtieron en eso.

Vaya a saber porqué esta experiencia no figuraba en mi CV, hasta hoy:

10/1990 - 02/1991 Ayudante de 2da - Red Académica Nacional.

2014-05-18